Con ser suficientemente buena

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Según un reciente informe de la OMS, no se ha demostrado que la exposición al frío sin una prenda de abrigo adecuada facilite la aparición de resfriados o gripe. ¿Entonces todo era falso? Yo por si acaso me he unido al enemigo en la batalla del jersey. Si no quieren jersey, no pasa nada. Habrá reproches eso sí. De la suegra, de las señoras por la calle, las que pone el ayuntamiento para que digan cosas a los niños, pero nada como las consecuencias directas de fuentes no maternas: el frío, esa realidad tan potente, mi primera aplicación de Love and Logic, de cuya filosofía soy fan total.

Uno de los dolores más profundos del hombre moderno es la encrucijada, la parálisis frente a la decisión. La soledad de Hurt Locker en el pasillo de los cereales.images

Por eso es bueno criar tomadores de decisiones (¿esta camiseta o la verde? ¿Piña de postre o yogur? ¿Te bañas ahora o mejor mañana?) porque el coste del error hoy es pequeño, y el de mañana es grande.

El siguiente paso es cometer muchos errores…y alegrarse por ello. Poder irse a la cama diciendo: hoy los niños se han equivocado al menos 5 veces, ha sido un día ideal! A eso no he llegado aún. Más difícil todavía es apreciar el propio error: Dice Brené Brown en The Gifts of Imperfection que el momento preciso en el que uno se equivoca delante de sus hijos es mágico en el sentido en el que el niño descubre a un ser vulnerable, tan parecido a él mismo, y pone todo su empeño en entender qué se puede hacer si uno se frustra, la lección más valiosa, aprovechemos esas brechas, cuidemos los momentos fallidos como flores de invierno.

No creo que sea cierto lo que dice la OMS. De toda la vida se ha cogido frío y la consecuencia directa ha sido la gripe. Pero es un acierto que cada uno decida si se pone el jersey. Y si alguien enferma, guardarse las palabras prohibidas, te lo dije, si hubieras…gritarlas dentro de un cajón si hiciera falta y cerrarlo después. Esas palabras contaminan la lógica, que es implacable y no tiene buenos ni malos.

Seamos madres vulnerables, imperfectas. Seamos la madre suficientemente buena de Winnicott. Es el modo de entrar en resonancia con el niño, de mostrar a nuestros hijos, más allá del triunfo social, tan irreal, que estamos vivos y de que no tenemos ni idea de por qué.

 

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Una respuesta a Con ser suficientemente buena

  1. Sandra dijo:

    Mi frase preferida para esos momentos es la de «castigo natural». Sustituye con mucha elegancia a «ves, te lo dije (te dije que iba a hacer frío de la hostia, mecago’ no la put!!!)»

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